Después decimos que la Pantoja canta mal, y lo que está es que no supo hacerse notar. Para los que no lo recuerden, Jaume Matas fue un político en Mallorca condenado por siete delitos (malversación de caudales públicos, falsedad en documento oficial, prevaricación administrativa, fraude a la Administración, blanqueo de capitales y delito electoral).
Y en su momento cuando estaba viendo que su entrada a la prisión era inminente, empezó a buscar indultos y alegaciones para evitar entrar a toda costa. Su partido político, el PP, hizo como que no le daba su apoyo castigándolo por lo que había hecho, pero ha tardado muy poco en arrepentirse. Condenado a 6 años y pico, le rebajaron la condena a 6 meses. Luego voy yo y escucho en la bicicleta de un policía que me intenta robar el sueldo con una multa de aparcamiento y me meten una paliza. Pues si era poco lo de los seis meses que ya de por sí parece algo simbólico teniendo en cuenta todo el dinero que manejó, pasan tres meses después de estar en la cárcel más tranquila de España, en una sección que más parece un hospital que una cárcel, con un preso de confianza como escolta puesto por la propia cárcel, pues a los 3 meses sale un viernes, sin más. El PP le dio el indulto ahora cuando ya todos creían que se iban a olvidar del tema.
Para disimular este otro acto de corrupción más, rellenan su vacante con la Pantoja que se dejó llevar por el oportunismo y avaricia de su marido Julián Muñoz, que con éste sí que no han tenido tanta indulgencia. Es increíble cómo la política tiene más poder que la justicia, que muy preocupada por la opinión pública (por eso quisieron dar el castigo ejemplar a la Pantoja a la cárcel) calla a lo puta la salida de este tipo.
Los indultos los inventaron los políticos para los políticos, porque no hay ningún robagallinas de a pie que se haya salvado de una miseria gracias a ellos. Lo que es más triste de todo es que ahora que el PP está de líder le llueven las vergüenzas a él, pero cuando lo saquen a patadas y venga el que venga, aparecerán los trapos sucios también, ya que la política no es el y-tú-más (nada que ver contigo, Mas) si no es el y-tú-también. El sistema que nos toca vivir de la democracia es, todos hacen la misma política, pero por turnos. Sea quien fuere el partido político que gobernase, llegado el caso nos subirían los impuestos, nos apagarían las luces de la calle a deshora, permitirían que los bancos nos hicieran esas hipotecas fraudulentas, y todo lo que sea necesario mientras la economía siga arriba, ya que cuando llegan las temporadas de sequía, al igual que en los embalses que reaparecen los pueblos abandonados para dejar paso al agua, a ellos les aparecen todas las vías de escape de dinero que han ido usando.
Según los resultados de la agencia de transparecencia mundial, España está en la posición 40 de los 177 países estudiados en niveles de corrupción. Somos más corruptos que los portugueses, y eso que sus mujeres tienen bigote.
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