La felicidad no existe, la libertad no existe ¡¿Pero aquí no existe nada o qué?! No, nada sí que existe.

Todas las teorías que hablan del origen del universo, cómo todo se comprimió tanto que explotó y creó más materiales y aleaciones que antes no existían sólo me hacen divagar en preguntas que no vienen a cuento como Si la energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma ¿De dónde ha salido? De dónde ha salido la energía que comprimió la masa de la nada para convertirla en algo.

Si tuviera que pensar en la existencia de un Dios, supongo que mi Dios sería el que generó esa energía que hizo girar el mundo, si es que existe tal energía ya que, si la energía nunca se crea si no que se transforma, nada pudo crear una energía para crear a un Dios que crease una gravedad que uniese los elementos para formar un universo. Es por esta razón por la que dudo de la existencia de un Dios y la explicación religiosa de que Dios lo creó todo sin más, no toma fuerza al pensar en quién lo creó a él. ¿Dios era un cúmulo de energía que un día implosionó y derivó en todo el universo, que según la biblia él creó conscientemente a su imagen y semejanza? Si la imagen de Dios era la de un ser humano, dónde vivía ese ser, quién lo creó, de qué energía surgió, en qué universo que todavía no existía ya que lo creó él.

Incluso aunque existiese un ente que hubiera ideado todo lo que somos y conocemos, dudo de si tuviera que admirarlo.

El hecho es que hasta en la nada, lo más oscuro de la inercia, existe algo que provoca y desencadena algún tipo de atracción o calor que se resuelve en energía por lo que, la nada, lo que llamamos vacío y que no tiene existencia de algo dentro, es en sí, algo. La nada existe como ausencia de algo, que en realidad, es algo que no sabemos explicar. Podemos creer que la humanidad está muy avanzada en lo que a tecnología e inteligencia se refiere pero la verdad es que todavía nos queda mucho hasta saber quienes somos.