¿Realmente existe la maldad, existe la gente mala? Al responder esta pregunta la mayoría de las personas tienen en su mente a su suegra.
Una suegra primero es madre y luego quiere lo mejor para su hijo. ¿Es mala por defender a los suyos? No. Es mala si no quisiera el bien para ninguno y eso casi nunca ocurre. Puede que una persona tenga una actitud muy dominante pero siempre tiene un fondo con un criterio coherente, su coherencia. Lo malo es encontrársela. Yo creo que si la gente se conociese más las discusiones por reproches no existirían.
Cuando alguien toma la iniciativa en algo, puede que intente agradar a los demás o simplemente cree saber lo que quieren y actúa sin más. Es ahí, cuanto más te acercas, cuando te dan la bofetada más fuerte. Lo que en un principio era una buena intención se convirtió en un rencor porque la gente no responde a la altura de nuestras expectativas.
¿Por qué siempre regalo dinero? porque el ciclo de la generosidad es así:
Hago un regalo. Pregunto qué necesita:
Obtengo respuesta, no me gusta lo que necesita, regalo otra cosa.
No lo usará, lo regalará o irá a cambiarlo.
Obtengo respuesta, me gusta lo que necesita, se lo regalo.
No es exactamente lo que esperaba: no lo usará, lo regalará o irá a cambiarlo.
Entre que se lo pregunto y se lo regalo puede cambiar de opinión, otra persona se lo regaló o ya no lo quiere.
Mucha gente que regala algo lo hace con la intención de agradar, pero de agradarse a ellos mismos porque quieren hacer llegar a esa persona un poquito de ellos. Alguien cercano a la tecnología regalará algo informático, alguien que guste de maquetas regalará objetos a escala, y así, cuando la persona que lo recibe no está muy metida en ese mundo acabará desechándolo con el tiempo. La persona que hizo el regalo puede interpretar eso como un rechazo personal, pero no se dio cuenta que el regalo no es para ella, es para la persona que lo recibe.
Por detalles así, en la vida cotidiana, que se van sumando, llegan a crear una gran bola de reproches y rencores que terminan por estropear relaciones, y si preguntas a cada uno de ellos tendrán una mala impresión del otro. ¿No hubiera sido más fácil dar el dinero sin más, sin compromiso, ni marcar territorio, ni nada? Hay gente que no está de acuerdo con dar el dinero porque les parece frívolo, pero qué mejor que dinero calentito en el bolsillo y el recuerdo que tendrá de mí será: no me dio la felicidad, pero me ayudó a comprarla.
El problema de la gente sensible es que hace favores sin que se los pidan esperando el agradecimiento equivalente al esfuerzo generado, y la gente no valora el esfuerzo de la misma manera que la persona que lo hace. En mi experiencia, aprendí que no hacer favores significa no perder amigos.
En definitiva, intentamos agradar para dar una buena impresión de nosotros y si no conseguimos esa imagen, nos frustramos, nos enfadamos con el que no supo premiar nuestro esfuerzo y enfriamos una relación que podría haber bonita por muchos años si no se hubieran precipitado los acontecimientos.